Por Beatriz Aiffil
Publicado en Correo del Orinoco,
Caracas, domingo 7 diciembre 2014
Acaban de asfixiar a uno y no en
secreto. Con cámaras de por medio y con un consecuente: Lo volvería a hacer. Y
la pregunta de las 4 mil lochas: ¿Sería por negro? Y la canción
correspondiente: Mamita me va a matar con sus malos pensamientos, yo no sé pero
yo presiento… Ah, y el juicio cuyo respectivo veredicto irrefutable será:
Inocente policía. Claro, estaba en el ejercicio de sus funciones.
Los años 60 se llevaron a Malcolm X, a
Luther King y a otras lideresas y líderes negros estadounidenses. Bueno,
también a miles de héroes anónimos presentes en una historia tétrica de segregación,
masacres y homicidios sin justicia objetiva.
Pero el siglo XXI trajo consigo a Barak
Obama.
Y Obama trajo en su maleta el sueño de
una nación unificada. Pero unificada bajo qué preceptos. Supusieron algunos
optimistas que con Obama el camino de la integración estaría allanado. Pero
hemos visto a los tipos del Ku Klux Klan vivitos y coleando, ni siquiera han
cambiado el disfraz. Hemos visto a los policías actuar con impunidad. Y este
año van por lo menos 2 signos inequívocos de que el racismo en EEUU no murió
con la ascensión de Obama como presidente de la potencia más poderosa del
mundo. Valga la redundancia de la potencia poderosa pues no la afectan las 7
potencias.
Eso sí, ya Harry Belafonte está viejito
y se acaba de morir Amiri Baraka. Queda Amina Baraka pero hay cada vez más
Condoleezzas. No sabemos qué extraños efectos tiene el comer, respirar, caminar
dentro de la barriga de semejante monstruo. Así que nos hermanamos con los
afroestadounidenses con reservas porque al fin y al cabo son estadounidenses,
padres de un proyecto de dominación global, y nunca se sabe…
Obama, insisto, es una construcción por
no decir aberración. Se le imposibilita mentalmente una identificación genuina
con nuestra problemática. Alguien escribía por ahí que Barak Obama no se puede
comparar con Mandela porque su biografía no está conectada con las luchas de
liberación africana y contra el racismo; ni con Toussaint L´Ouverture porque
tampoco está conectada con la lucha de los descendientes de esclavos en América
y el Caribe. Mejor in-comparación imposible. Dos jefes de gobierno que nada que
ver con el que le tocó a la nación negra estadounidense. No es negro
políticamente hablando ni lo que se ha dado en llamar afrodescendiente.
Simplemente su piel es negra y es hijo de un afro. Más allá, no pidan peras…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario